2017

Cuerpos disidentes, alegría política

2017 giró en torno a una reflexión sobre el sufrimiento y el cuido. Romper con las normas sexuales y de género y ser un cuerpo que por una razón u otra no encaja con lo que se considera normal, bello, bueno, deseable, implica pasar por la vida con el corazón traspasado por el rechazo. Es común que aprendamos a tratarnos con la misma violencia con la que nos trata el sistema patriarcal y heterosexual. Encontrar una comunidad que nos permita sentirnos amados como somos y valorados en nuestra diversidad, se convierte en un acto no sólo vital, sino también político. Partiendo de espacios de autocuidado y cuidado mutuo, estamos desmantelando lógicas patriarcales que a veces también ocurren dentro del activismo, el arte y la academia. OPQ 2017 pretendió servir como un espacio para crear esa comunidad basada en una ética del cuidado, y así contribuir a desmantelar las lógicas de la violencia masculina que año tras año aumentan el número de feminicidios y asesinatos por odio contra los cuerpos disidentes.

Como parte de las actividades que desarrollamos ese año se encuentran, además de nuestra fiesta performática anual, un taller titulado “Teoría Queer: ¿Qué es eso y cómo se come?”, coordinado en conjunto con La Rizoma, Managua, así como un “Laboratorio Drag: Queen or King? ¡A quién le importa!”, donde les participantes exploraron el tema del transformismo desde un lente político.

Adicionalmente, participamos en el conversatorio sobre “Disidencia sexual y folclore: Paralelismos y rupturas en las obras de Fernando López and Elyla Sinvergüenza”, realizado en el Centro Cultural de España, y abrimos un espacio inédito de “Cuentos Queer para niñxs”, que desarrollamos en el Café Mará Mará.